martes, 17 de marzo de 2009

Francisca

Jugaba sola, no sonreía más que para ella misma en una mueca externa que nada mostraba. Tenía la gracia propia de la melancolía y sus amigos nunca eran tangibles.

Francisca juega sola.

Recorre sus mundos internos vastos y coloridos, pero ella sola. No puede invitar a nadie, Algo no se lo permite.

¿Qué le puede pasar a una persona encerrada en una burbuja tan hérmetica y personal? ¿hasta qué punto el mundo exterior le afecta e importa? Sin sus demonios internos ¿será completamente impertubable? Quizás todo empezó el día en que recibió la noticia de las muertes; tan impertérrita que helaba la sangre. Y nunca jamás la vieron llorar. Solo se pasea como una muñequita sin gesto, con una serenidad inquietante.

jueves, 12 de marzo de 2009