Me levanté a la mañana y semidespierta -o semidormida- repté cual zombie hasta la cocina ocupada por gente que entendí era mi familia. Después del segundo trago de café las vi. Infames! Irrespetuosas y obscenas!! Estaban ahí, enroscadas, una encma de la otra, como si nada. Como si el mundo hicera ojos ciegos a sus actos blasfemos, dejándoles la impunidad del mundo con la excusa de "són inanimadas". Pero no, yo las ví! estaban ahí! Dos medias lunas hechas casi una, una encima de la otra, brillosas bajo al luz terrible de una cocina a la madrugada (las 11 de la mañana de un sábado es terriblemente madrugada).

Intenté separarlas, pero no hubo caso. Estaba mi hermana menor presenciando tamaña muestra de libertinaje!! Pero ellas ni bola, siguieron en lo suyo. Fui a buscar la cámara para que no crean que sanateo o fabulo. Lo más extraño del asunto, es que en las últimas fotos que les saqué, tomaron forma de una persona agarrando un niño. Como madre e hijo. Me pareció muy extraño.

Pensé que fue un incidente aislado, pero después empecé a notar que todo en lal cocina se descontrolaba. La sal gruesa montaba a la sal fina, apareció un objeto muy extraño sobre la mesada de mármol... luces de colores entraron desde la ventana y la pava me hablaba en idioma silboide, las fichas de un ajedrez hecho garompa se descontrolaron e hicieron tamaña fiesta... me empezó a abrumar el escenario, sentí ganas de parar todo. Seguro que era culpade la TV, las películas, publicidades, canciones, y mil estímulos externos que alteran el orden cósmico y hormonal.


Después dicen que el ajedrez es aburrido...
Entonces qué iba a hacer?? arrebatada como estaba por las escenas tan cruelmente bizarras, me dejé llevar por el impulso más incontrolable de todos. Tenía que reaccionar. Parpadié con fuerza, sacudí la cabeza y repte como animal de la noche que sale de la cueva para comprobar la vigencia de la luz, de vuelta a su cueva. Mi almohada seguía siendo una almohada sin vida, y mi acolchado seguía sin saber volar.

No me pregunten qué es eso...