viernes, 28 de agosto de 2009

el pez de fuego



Es triste, porque no tiene un espejo, y no sabe que es el pez único de la imposibilidad. Se guía únicamente por comentarios de lenguas verdes, que lo discrimiann por andar encendido bajo el agua. Fue exiliado de ríos, mares y estanques, asiqeu ahora flota en un bosque tan verde que no se enciende si por casualidad roza su llama algún tronco u hoja.

El pez no tiene un espejo, no sabe lo bonito que es. El pez se cree feo, diferente y solo. Algún día se va a topar con su reflejo, lo sé.