lunes, 19 de enero de 2009

Memoria y olvido


Ayer recordé que había olvidado algo. Era un recuerdo escurridizo, del que sólo podía ver una sombra esquiva. Por qué se empeñan mis recuerdos en ir a la tierra de los olvidos? La memoria, el olvido, los sueños... la imaginación. Me fascina perderme en teorías delirantes de cómo es que funcionan. Tanto es así que dudo me gustaría saber la realidad acerca de ellos; de seguro es mundana, fría y nada asombrosa.

De algo de lo que estoy completamente convencida es que los recuerdos quedan latentes, todos ellos, en algún rincón de nuestra cabeza, y que sólo hace falta un disparador mínimo: un olor, una cara, un acorde, un timbre de voz... y esos recuerdos reflotan en una ola enorme con los mil colores y formas. Supe de un viejo muy enfermo, con ñañas por todos lados; y Alzheimer. El viejo olvidaba tanto que los dolores e impedimentos que tenía en el momento eran olvidados por su cabeza, de modo que no los sufría. Sin embargo, cuándo uno le preguntaba qué había hecho durante el día, narraba con todo lujo de detalles un crucero por el mediterráneo que había tomado hacía 30 años, o cómo había jugado al tenis y había conocido a una mujer que lo volvió loco.

Me pregunto si ese mismo viejo sin el "amigo alemán" recordaría de la misma forma el crucero. Es extraño cómo quedaron esos recuerdos en su cabeza y salieron a flote con tanto lujo de detalle porque algún químico en su cabeza empezó a funcionar de una axtraña forma. Es evidente que esos recuerdos esperaban en silencio para salir algún día.

Y hay toda clase de memorias y olvidos. Unos interesantes son los que uno usa como Sirena en la obra de Casona. Ella es un personaje que altera en su cabeza pequeñas memorias para disfrazar todo su pasado de irrealidad. Hay cosas que uno necesita tapar y llevar al olvido, para poder vivir tranquilo. Y a veces uno crea memorias y las decora con construcciones falsas para hacerlas menos dolorosas.

Más aún, están también los olvidos y memorias sociales, de un pueblo que los usa para poder seguir. También está el manejo de ellos, por los medios y políticos; que les dan el inmenso poder que tienen.

Por otro lado, también está la memoria que nos refuerza el amor por alguien, o el olvido benévolo de un perdón sincero. Hay memorias de todos los colores, espesores, estructuras, naturalezas, orgánicos y de artificio, hechos de fantasías, amores y odios, proyectos y objetivos. Sí, a pesar de que estos últimos miran hacia el futuro, uno necesita soltarse de pedazos de pasado o apoyarse en ellos para seguir adelante.

Una cabeza capaz de recordar y olvidar por igual, en equilibrio, es una cabeza sana. Envenenarse en memorias o disociarse del pasado de uno (y en definitiva, lo que uno es) son dos muy malas opcciones desde mi punto de vista. Quizás sea una buena forma de empezar: la memoria y el olvido. Hacer retrospección objetiva y conocerse, saberse como uno es. Identificar los pedacitos envenenados y dejarlos ir, depurarlos. No creo sea una solución mágica ni mucho menos, pero debe ayudar bastante.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Bien, bien. Es un buen comienzo, una buena punta de hilo para llegar al inconsciente --que nada tiene de frío y aburrido sino todo lo contrario... es como el centro de la tierra, un corazón tibio y rojo que late y respira.

Pupi dijo...

muy bien esos dibujos es agradable encontrarse con otras señoritas en estos rumbos ja saludos

Anónimo dijo...

Me copa el Ave Fénix del header; y más me copa todavía que sea el único a color allí :D

nachingal dijo...

si, yo también flasheo mucho con eso...


x suerte, la myoría de los recuerdos están teñoidos x nosotros, nadie se acuerda de todo tal cual fue... x suerte...

el olvido, la confusión, la exageración, la ficción, la mentira, el amor, son todos primos cercanos.

besote flaca... cuando nos vemos?

pd: muy linda las masks...

tengo algunas venecianas en casa..

me gustan mucho

besote de nuevo, siempre q tengo contacto con vos, me quedo con ganas de más...

Fotos by Becky dijo...

Anichuuus!!!! Quiero ir al barrio chino con vos!!!!! dale vamos nenaaa, va a estar gueno!! no es lo mismo q los sksters en cuero, ya lo sé, perdoname, te lo debo para la proxima salida, es el año nuevo chino!! hay q ir a brindar con ellos!! jeje Espero q vayas asi me divierto más jajaja Besotes!! Beck

Fotos by Becky dijo...

Anichuuus!!!! Quiero ir al barrio chino con vos!!!!! dale vamos nenaaa, va a estar gueno!! no es lo mismo q los sksters en cuero, ya lo sé, perdoname, te lo debo para la proxima salida, es el año nuevo chino!! hay q ir a brindar con ellos!! jeje Espero q vayas asi me divierto más jajaja Besotes!! Beck

Luciano Saracino dijo...

De la misma manera que el silencio es la ausencia de sonido, el olvido es la ausencia de recuerdo.
Una cosa y la otra (el olvido, el silencio), son múltiples. A pesar de que, por conceptos, están "hechos" por la nada de una ausencia, los hay de todo tipos.
Hay infinitas clases de silencios.
Hay infinitas clases de olvidos.

Los italianos tienen un lugar donde van todos los olvidos durante el tiempo que nadie los recuerda: se llama Dimenticatoio.

Y el tema es el que mas me apasiona de todos los que hasta ahora me topé en el camino.

bensonita dijo...

Farolera: con lo frìo y aburrido me refiero a la explicaciòn científica del asunto. Me resulta por el contrario fascinante y lleno de colores el fantasiar con esos temas.

Pupi: gracias!! un honor que se haya pasado por el blog! Tus trabajos son increìbles!

Nacho: Uy! màscaras venecianas! me encantan! de ellas surgió el post! Y sí, hay que hacer una ceremonia cervecera (fernet para el señor?) o unos mates y pan casero?? jaja

Becky! los desencuentros ya se hacen tradiciòn!! jajaja cuando vuelva te voy a hinchar taaaanto! (me voy de vacas ahora)

Lucho, las Historias del Olvido me fascinaron, lo sabes! dejè una respuesta por ahì en el blog con respecto a eso. Es un laberinto esto de las ausencias! el centro serà el Dimenticatoio supongo... no? qué disfrute su coronaciòn como dueño de la playa!

Nicholas Van Orton dijo...

¿Qué sentido tendría recordar, con lujo de detalles, absolutamente todo? Sería tan tortuoso e inútil como no recordar absolutamente nada.

Me animo a conjeturar lo siguiente: junto con el recuerdo uno tiene asociadas ciertas sensaciones o impresiones, que de algún modo son importantes, inesperadas, trascendentes o únicas -esto es lo que nos da el motivo para que sea digna de recuerdo, en su defecto se olvida... Si tuviésemos la capacidad de recordar absolutamente todo, cómo distinguir entonces las experiencias intensas, las sorpresas, los momentos vívidos e irrepetibles de aquello que nos es tan despreciable y rutinario?

Por eso supongo que una mente en equilibrio necesariamente recuerda y olvida... Martín Fierro decía que saber olvidar lo malo también es tener memoria; no sé si será tan cierto, hay cosas malas que mejor no olvidar, pues de lo malo se aprende. En fin, ¿qué es la experiencia sino un cúmulo de errores previos, más propios que ajenos?

Muy buen post, como siempre invitando a la reflexión. Felices, vacaciones, saludos!

bensonita dijo...

Funes recordaba absoutamente todo, y no podía salir de su cuarto por ello. Me llama la atención una parte que dice que no concebía que el perro de el momento era el mismo perro un segundo después, porque recordaba como una sucesión de fotografías segundo a segundo de su vista, o algo así. Demasiada memoria no dejaba espacio al pensamiento abstracto, entre otras cosas.

Por otro lado, creo que muchos son los que hablaron de la memoria y el olvido... Es como el universo y la ausencia de sonido, como dice Lucho. Al menos a m{i me intriga porque no lo entiendo del todo. Bah, ni un poco... jajjaa

Siempre locuaces sus comentarios, Sr Robinson! Espero las indicaciones de la próxima expedición porteña!

Anónimo dijo...

...ehhh me olvidé. De qué hablábamos?