martes, 14 de agosto de 2007

solo escribo los días de lluvia?

Hoy esperé el colectivo nocturno a la salida de la facultad. Las primeras gotas kamikazes ya molestaban y me inundó la sensación de lluvia de verano. Quizás era por la campera que aquel lejano amor me dejo, esa blanca que apenas me calentaba. Con ella me acuerdo de haberme emtido en el camino de miles de millones de gotas furiosas, siempre con la sonrisa indeleble. Y esperaba el colectivo tranquila cuando vi una policía ahyudar a un auto averiado, y me subí al colectivo. La fuente de 9 de Julio salpicaba para el otro lado: el viento cambió. Mientras pensaba en eso se subió una chica igual a Lulú, de la secundaria. Me extrañó verla en el colectivo, ya que desde que cumplió los 18 manejaba el auto súper que le regalara su papá. Sin embargo, no era del todo improbable; el asco con que se agarraba para no caerse y con el mismo que ocupó un asiento de los que van solos, bien adelante, me dieron la impresión de que podía ser. Pensando en cualquier cosa me bajé en mi parada, con los cordones desatados, de ambos lados. La luz estaba a punto de cambiar: podía correr con los cordones desatados o esperar al próximo ambio de luces mientras emprolijaba (auqnue ya son caso perdido) mis zapatillas.

Me mandé a correr el riesgo y la luz, con los cordones al viento ensuciándose en la ya mojada calle. Fideos calentitos, tinto... Preparo la mesa para ponerme a dibujar, me siento, abro la tinta china yu empiezo mi trabajo. Un casi inaudible tracateo me desconcentra. es un escarabajo negro, bien bien negro, que a en círculos sobre la tacuara que porta mis pinceles. Es muy chico para ser un escarabajo, aunque algo más grande que los bichitos de San Antonio... Y es acá donde me pongo a pensar si no serán señales de algo... Pero no creo ni en Holywood, ni en Dios ni en las casualidades o la suerte *o como quieran llamarlo-. En fin, un día raro es, y ahora se ahoga la marcha inconstantes de estas teclas por la lluvia que se puso a bailar con fuerza.

Aprovecho el trrrrrrrr con olo a lluvia para irme a dormir sin pensar. Alguna vez lo dije, pero amo la lluvia!

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